miércoles, 15 de abril de 2009

Las verdades robadas.

He conocido a muchos jóvenes católicos que parecían prometer llegar a hombres de bien para nuestra Iglesia y para nuestra patria (…) Uno de los momentos cruciales en que la inteligencia o la voluntad de gran parte de estos jóvenes entró en crisis fue su contacto con la universidad. Los estudios universitarios a nivel mundial adolecen de espantosas lagunas; la principal de ellas es la falta de cultivo del espíritu (y entre las disciplinas espirituales, principalmente de la visión de la trascendencia, es decir, de la apertura al mundo sobrenatural y al pensamiento metafísico); dicho en otras palabras: las universidades de nuestro tiempo, con honrosas pero reducidas excepciones, forman materialistas desde el materialismo más craso; moldean hombres y mujeres que salen de sus cátedras ya derrotados en las batallas del espíritu. La causa no es simplemente la ineptitud para enseñar las materias más importantes que debe cultivar todo ser inteligente (la filosofía y la misma teología, como se hace en muchas universidades anglosajonas, que tienen, por supuesto, otros problemas) sino la positiva destrucción –planeada siniestramente- de todo ideal religioso, espiritual y filosófico de las mentes de los jóvenes que inocentemente (o sin tanta inocencia) caen en las manos de profesionales deformadores. (…) Todo presentado con los adornos del falso halo de la ciencia de nuestro tiempo, con el único resultado de que los jóvenes que entraron con algunas sólidas convicciones –si alguna llevaron- terminan con las verdades robadas, ésta es la razón de nuestro título. Salen, pues, médicos materialistas, psicólogos positivistas, abogados rapaces, economistas sin escrúpulos, o simplemente profesionales incultos, sin valores morales, sin más intereses que los económicos…, en definitiva, pobres mercaderes.

"Las verdades robadas" R.P. Miguel Ángel Fuentes, IVE. Ediciones del Verbo Encarnado.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Queridas Bibliotecarias:

estoy en un ciento por ciento con el fragmento de "las verdades robadas". No tiene desperdicio. Sólo una consulta ¿a quién pertenece?
Un saludo fraternal, con el afecto de siempre
En Jesús Resucitado
Juan Carlos Bilyk

Bibliotecarias dijo...

Gracias Juan Carlos, nos habíamos olvidado de eso. Jaj! Ahora ya está, todo en orden.
Esperemos que andes bien, saludos!