sábado, 14 de noviembre de 2009

Roma, dulce hogar.

"El Espíritu Santo me estaba revelando que la Iglesia católica, que tanto
me aterrorizaba antes, era en realidad mi hogar y mi familia. Experimentaba un
gozoso sentimiento de regreso a casa a medida que redescubría a mi padre, a mi
madre y a mis hermanos y hermanas mayores.

Así que un día cometí una «fatal metedura de pata»: decidí que había llegado el momento de ir, yo solo, a una Misa católica. Tomé al fin la resolución de atravesar las puertas del Gesú, la parroquia de Marquette University. Poco antes de mediodía me deslicé silenciosamente hacia la cripta de la capilla para la Misa diaria. No sabía con certeza lo que encontraría; quizá estaría sólo con un sacerdote y un par de viejas monjas. Me senté en un banco del fondo para observar.

De repente, numerosas personas empezaron a entrar desde las calles, gente normal y corriente. Entraban, hacían una genuflexión y se arrodillaban para rezar. Me impresionó su sencilla pero sincera devoción.

Sonó una campanilla, y un sacerdote caminó hacia el altar. Yo me quedé sentado, dudando aún de si debía arrodillarme o no. Como evangélico calvinista, me habían enseñado que la misa católica era el sacrilegio más grande que un hombre podía cometer: inmolar a Cristo otra vez. Así que no sabía qué hacer.

Observaba y escuchaba atentamente a medida que las lecturas, oraciones y respuestas -tan impregnadas en la Escritura- convertían la Biblia en algo vivo. Me venían ganas de interrumpir la misa para decir: «Mira, esa frase es de Isaías... El canto es de los Salmos ¡Caramba!, ahí tienen a otro profeta en esa plegaria.» Encontré muchos elementos de la antigua liturgia judía que yo había estudiado tan intensamente.

Entonces, de repente, comprendí que éste era el lugar de la Biblia. Éste era el ambiente en el cual esta preciosa herencia de familia debe ser leída, proclamada y explicada... Luego pasamos a la Liturgia Eucarística, donde todas mis afirmaciones sobre la alianza hallaban su lugar.

Hubiera querido interrumpir cada parte y gritar: «¡Eh!, ¿queréis que os explique lo que está pasando desde el punto de vista de la Escritura? ¡Esto es fantástico!» Pero en vez de eso, allí estaba yo sentado, languideciendo por un hambre sobrenatural del Pan de Vida. Tras pronunciar las palabras de la Consagración, el sacerdote mantuvo elevada la hostia. Entonces sentí que la última sombra de duda se había diluido en mí. Con todo mi corazón musité: «Señor mío y Dios mío. ¡Tú estás verdaderamente ahí! Y si eres Tú, entonces quiero tener plena comunión contigo. No quiero negarte nada.»"

(Scott Hahn, católico, ex presbiteriano, cuenta su experiencia de conversión en "Roma, Dulce Hogar". De allí hemos tomado estos párrafos).

"El rito eucarístico, celebrado con el debido decoro, nos ayuda a tomar conciencia de la inmensa grandeza del don que Dios nos hace en la Santa Misa" (Benedicto XVI)

http://la-buhardilla-de-jeronimo.blogspot.com/2008/06/es-la-misa-seores-la-misa.html

Roma, dulce hogar. Nuestro camino al catolicismo. Scott y Kimberly Hahn. Ed. Rialp

lunes, 2 de noviembre de 2009

Cincuenta libros

Este verano un conocido me pidió la lista de los mejores libros del mundo. Yo acababa de decir que un buen ritmo de lecturas era un libro a la semana, entendiendo que uno extenso, digamos el Quijote, se compensa con otro más breve, como las Coplas a la muerte de su padre. Él quería cincuenta títulos. Como el año tiene 52 semanas, reservándose dos, una para la gripe A y otra para la astenia primaveral, en un año, se pondría al día de la literatura universal. Yo, sorprendido y encantado por ver un afán tan raro en los tiempos que corren, me dispuse a hacerle la lista.
Enseguida me asaltaron los interrogantes. El primero, la Biblia ¿es un libro o setenta y tres? El segundo, Homero, sí, pero ¿la Ilíada o la Odisea? El tercero, ¿Esquilo, Sófocles o Eurípides? El cuarto, ¿Virgilio, Horacio, Ovidio o Propercio? Y así fui tambaleándome entre dudas crecientes. ¿Hasta qué punto el hecho de ser españoles modifica la lista? Quevedo, un valor indiscutible de nuestra literatura, ¿lo es de la universal o es el homólogo castellano de Donne? Resultaba todo tan difícil que sólo ahora he conseguido terminar el sudoku bibliográfico, pero con tal cantidad de incertidumbres acumuladas, que lo he roto.
Seguro que alguno me replica: "Claro, porque has visto que ninguno de tus libros entraba en el top 50". Un poco, pero no por mis libros, ojo, sino por todos los escritores medianos y menores. Y más que por conciencia de clase, por mi experiencia agradecida de lector. Las grandes obras son la fachada del edificio de la cultura y sus columnas de mármol, pero también hay jardincillos interiores, galerías, cuartos de juego… Y luego sin cemento todo se viene abajo. Cemento son las obras secundarias, las de crítica. Leer El Rey Lear, uno de los imprescindibles, sin la interpretación de Joseph Pearce en Shakespeare: una investigación es perderse unas cuantas claves esenciales.
Y hay una cuestión previa, de concepto, que lapidariamente zanjó Nicolás Gómez Dávila: "El libro no educa al que lo lee con el fin de educarse". Una lista obligatoria, con la presión de leer a un ritmo de ejemplar por semana y sin apenas literatura actual, que nos enseña a ver la tradición con los ojos de hoy, convertiría la lectura en una obligación y la alejaría de lo que es: un placer.
Más importante que la cultura es el cultivo, insistía Juan Ramón Jiménez. Y para el cultivo lo fundamental es estar bien dispuesto, sensibilizado. Mi conocido lo estaba, y contra viento y marea, frente a un mundo que desconfía de las grandes obras, esa antigualla reaccionaria. Todo lo demás vendría a su debido tiempo. Seguro que esperando mi lista, él ya habrá empezado a leer por su cuenta y a dejar que un libro le lleve a otro, fiándose de las afinidades electivas y de las admiraciones de sus autores preferidos. La literatura es una labor infinita en la que todos estamos siempre empezando, por suerte.
ENRIQUE GARCÍA-MAÍQUEZ
http://www.diariodecadiz.es/article/opinion/552490/cincuenta/libros.html

martes, 25 de agosto de 2009

I CONCURSO LITERARIO DE POESÍAS, CUENTOS Y ENSAYOS

Bases:
1. Se convoca a todos los milicianos de las Agrupaciones y amigos de la jurisdicción FASTA Rosario, sin distinción de edad.
2. Se podrá presentar un único trabajo por participante por cada categoría. 3. Los temas propuestos son:
- Dios e Iglesia (El Año Sacerdotal, el Papa, la Virgen María y los Santos, etc.)
- Patria (Cultura Católica, educación, las tradiciones, etc.)
- Milicia (40 aniversario de FASTA Rosario, la sección, la escuadra – equipo, campamentos, etc.)
- “La ciudad de Dios y la ciudad de los hombres”
4. La extensión de la poesía no podrá superar los 50 versos.
5. La extensión del cuento y del ensayo tendrá como mínimo una carilla A4 y como máximo dos.
6. La presentación será en hoja A4, letra tamaño 12, interlineado 1.5 líneas. Deberá ser entregado impreso y en formato digital.
7. El plazo de recepción de los trabajos será el 24 de octubre de 2009.
8. Los trabajos ganadores se anunciarán el día 28 de noviembre de 2009. Se entregará un premio por cada categoría. Los premios serán un libro acorde a la edad del autor, y la publicación en el Borceguí de noviembre.
9. El jurado estará conformado por: Prof. Analía Banegas, Mil. Juan Carlos Bilyk, Mil. Adriana Bruera.

Descripción de las categorías

El ensayo es un escrito en prosa de extensión moderada que se caracteriza por ser una reflexión profunda sobre un tema que no se pretende agotar. El ensayo es una meditación desde la perspectiva personal del autor sobre el tema elegido.

Por cuento (narrativa) entendemos un relato que consta de una serie de sucesos (la historia), a través de la representación humana (el narrador, los personajes) y con posibles comentarios, implícitos o explícitos, que serían el tema.

La poesía es una manifestación de la belleza o del sentimiento estético por medio de la palabra, en verso. Existen ciertas normas formales que hacen que un texto sea considerado como parte de la poesía, como los versos, las estrofas y el ritmo. Estas características forman parte de la métrica de la poesía, donde los poetas aplican sus recursos literarios y estilísticos.

Y... ¡a escribir!

martes, 14 de julio de 2009

La casa sobre roca

“En este libro trato del noviazgo, del matrimonio y de la educación de los hijos. Del noviazgo como escuela de la amistad matrimonial y el cimiento sobre el que hay que construir la casa. Del matrimonio como sacramento de sanación de las heridas del pecado original en el varón y en la mujer; heridas que son diferentes en uno y otra. Por fin, de la educación de los hijos en vistas a su futura felicidad esponsal.
Hoy vemos tantas y tantas casas que se derrumban, que muchos jóvenes se acercan al matrimonio con temor y otros ni se atreven a acercarse o huyen de él. Estas páginas ayudan a explicar las razones de esas ruinas. Aportan luces que no se encuentran en el común de la abundante literatura sobre el tema y que muy escasos profesionales de la psicología o la consejería toman en consideración. Hay, incluso, lamentablemente, malos pastores de almas que les dan consejos de muerte en vez de consejos de vida.
El título de este volumen ofrece la clave para explicar por qué hay hoy tantas ruinas, pero también por qué algunas casas resisten tan sólidas en medio de la tormenta: “El que escucha mis palabras y las pone en práctica es como el hombre que construye su casa sobre roca.... el que las escucha pero no las poner por obra, es como el hombre que edifica su casa sobre arena” La explicación de tantos derrumbes está en el pecado original. En la manera diversa cómo el pecado original afectó al varón y a la mujer. Pero sobre todo en que, debido a las consecuencias del pecado original, no se pone en práctica la doctrina de Cristo sobre el matrimonio cristiano, sobre la castidad matrimonial, y no se logra vivir este sacramento como lo que en realidad es: un misterio grande, que figura la unión de Cristo con la Iglesia.
Y a la inversa, el secreto de esos matrimonios que parecen resistir todos los asaltos del mundo está en que ponen en práctica las palabras oídas a Jesús. Nada puede separar a los que Dios ha unido. Y a los que se mantienen unidos a Él, Él los mantiene unidos entre sí.”

Fragmento del Prólogo.

“La casa sobre roca”. P. Horacio Bojorge. Grupo Editorial Lumen. Año 2005

Leyendas negras de la Iglesia

“Hay que averiguar la verdad, salvarla de las alteraciones, proclamarla y honrarla, cualquiera que sea la forma en la que se presenta y la fuente de información. Más de una vez santo Tomás de Aquino nos enseña que omne verum, a quocumque dicatur, a Spiritu Sancto est («cualquier verdad, quienquiera la diga, viene del Espíritu Santo»); y sería suficiente esta cita para observar la envidiable amplitud de espíritu que caracterizaba a los maestros medievales.

Recíprocamente, también hay que decir que las falsedades, las manipulaciones y los errores deben ser desenmascarados y condenados, cualquiera que sea la persona que los proponga y cuán amplia sea su difusión.

Ahora bien, es necesario que nos demos cuenta de una vez —dice, entre otras cosas, Vittorio Messori en estas páginas— del cúmulo de opiniones arbitrarias, deformaciones sustanciales y auténticas mentiras que gravitan sobre todo lo que históricamente concierne a la Iglesia. Nos encontramos literalmente sitiados por la malicia y el engaño: los católicos en su mayoría no reparan en ello, o no quieren hacerlo.

Si recibo un golpe en la mejilla derecha, la perfección evangélica me propone ofrecer la izquierda. Pero si se atenta contra la verdad, la misma perfección evangélica me obliga a consagrarme para restablecerla: porque allá donde se extingue el respeto a la verdad, empieza a cerrarse para el hombre cualquier camino de salvación.

De esta firme convicción, me parece, ha nacido este libro, que esperamos se convierta de inmediato en un instrumento indispensable para la moderna acción pastoral.”

Extracto del prólogo del Cardenal Giacomo Biffi, Arzobispo de Bolonia


Leyendas negras de la Iglesia. Vittorio Messori. Ed. Planeta-Testimonio.

sábado, 4 de julio de 2009

La Paradoja


Dinámico, muy claro y con una perspectiva muy interesante. ¿Cuál es la “paradoja”? A través de un entretenido relato, James Hunter describe el liderazgo como un “servir a los demás”. Lejos de ser un ejercicio de poder autoritario, liderar consiste en “servir a los demás ya que un buen líder ha de estar pendiente de las necesidades de sus subordinados para atender a sus legítimas necesidades, ayudándoles a cumplir sus aspiraciones y aprovechando sus capacidades al máximo, o sea haciendo una buena gestión del conocimiento”.


"La Paradoja”, de James Hunter. Ed. Empresa Activa

jueves, 2 de julio de 2009

Año sacerdotal

A tono con la declaración del Papa Benedicto XVI de "Año sacerdotal" para la Iglesia a este año 2009-2010, la Biblioteca ha incorporado un librito de San Juan María Vianney para ir preparándonos.

INTRODUCCIÓN

"Su ejemplo no debería caer en el olvido. Hoy más que nunca tenemos necesidad de su testimonio y de su intercesión, para afrontar las situaciones de nuestro tiempo en que, a pesar de algunos signos esperanzadores, la evangelización está dificultada por una creciente secularización descuidando la ascesis sobrenatural, perdiendo de vista las perspectivas del Reino de Dios, y donde a menudo, incluso en la pastoral, se dedica una atención demasiado exclusiva al aspecto social y a los objetivos temporales. El Cura de Ars debió afrontar en el siglo pasado dificultades que posiblemente tenían otro cariz, pero que no eran menos grandes. Por su vida y por su actividad, él representó, para la sociedad de su tiempo, un gran reto evangélico que ha dado frutos de conversión sorprendentes. No dudamos de que él nos ofrece todavía hoy ese gran reto evangélico".

Estas palabras que pertenecen al recordado Juan Pablo II en su carta del Jueves Santo de 1986, son las que nos animan en estas líneas, junto con "la viva esperanza de que San Juan María Vianney pueda suscitar en todo el mundo una renovación de fervor entre los sacerdotes y entre los jóvenes llamados al sacerdocio, y consiga también atraer, más viva y operante, la atención de todo fiel hacia los problemas que se refieren a la vida y al ministerio de los sacerdotes", en el decir de Juan XXIII.


"San Juan María Vianney. Santo Cura de Ars" Juan Ramón Celeiro. Editorial Santa María.

lunes, 29 de junio de 2009

La propuesta de Benedicto XVI para la cultura: “Reza, trabaja… y lee”

31 de Mayo de 2009

(Zenit) - Benedicto XVI ha presentado en un lema la clave para volver a humanizar la sociedad y la cultura: “Ora et labora et lege”: “Reza, trabaja y lee”, constata el portavoz de la Santa Sede.

El padre Federico Lombardi S.I., director de la Oficina de Información de la Santa Sede, pide no descuidar la “perenne actualidad” del mensaje de san Benito de Nursia, que propuso el Santo Padre al visitar el 24 de mayo la abadía de Montecassino, fundada por el patriarca del monaquismo occidental.

En su editorial del último numero de “Octava Dies”, semanal del Centro Televisivo Vaticano, el padre Lombardi profundiza en los elementos del eslogan: ante todo la oración, que hace presente “el primado de Dios y de Jesucristo en la vida persona y comunitaria. Después el trabajo: el cansancio cotidiano que hay que humanizar y espiritualizar, descubriendo y respetando el valor y el orden de la creación. Por último, la lectura, es decir, la cultura y la educación”.

“A decir verdad, todos nos acordábamos desde siempre del ‘ora et labora”, pero no todos teníamos presente el tercer elemento: ‘et lege’, es decir, ‘lee, estudia’. No es casualidad que sea precisamente el Papa Benedicto quien nos lo ha señalado, un Papa en el que la síntesis entre oración, servicio y cultura se presenta no sólo como mensaje, sino antes aún como testimonio personal”, afirma el portavoz.

El padre Lombardi cita el “gran discurso” al mundo de la cultura de París, cuando el Papa mostró cómo la “búsqueda de Dios fue la fuerza originaria del crecimiento de la cultura europea en sus diferentes dimensiones”.

“En Montecassino ha retomado el discurso y, hablando del archivo y de la biblioteca de la abadía de san Benito, dijo que ‘recogen innumerables testimonios del compromiso de hombres y mujeres que han meditado y tratado de mejorar la vida espiritual y material del hombre’. También por este motivo, tras 1.500 años y cuatro destrucciones de Montecassino sigue teniendo algo muy importante que decirnos”.

“Lee, estudia”, concluye el portavoz. “No basta navegar y hacer clic o zapping, o copiar y pegar sin cesar. Pues de ese modo no quedará nada ni para ti ni para los demás”.

Fuente: http://www.datum.org.ar

jueves, 25 de junio de 2009

Libros y más libros


¡1026 libros!

Consultá el catálogo completo, con las nuevas incorporaciones aquí

martes, 2 de junio de 2009

Desapareció una noche


Desapareció una noche cuenta la historia de un investigador privado encarnado por Casey Affleck , quien junto a su pareja (Michelle Monaghan) son contratados por la familia de una niña que ha desaparecido misteriosamente. Deben trabajar en conjunto con otra pareja de detectives (a uno de ellos lo interpreta Ed Harris) y un capitán de la policía (Morgan Freeman) que lo que menos quieren es interferencia de afuera. A medida que se van adentrando en la investigación, el asunto se irá poniendo cada vez más espeso y las perspectivas serán cada vez menos esperanzadoras.
E
s una película de enorme complejidad moral, que sirve para generar el debate respecto de muchas cuestiones que se van planteando.

Ver trailer

martes, 19 de mayo de 2009

Una apuesta por América Latina


El libro: La conclusión de la Guerra Fría y del mundo bipolar de Yalta dejó obsoletos muchos marcos mentales. “Sociologías de la modernización”, “teoría de la dependencia”, “teología de la liberación” y estrategias revolucionarias no están más a la orden del día. También se resquebrajan los paradigmas neoliberales ortodoxos del “consenso de Washington” difundidos desde comienzos de la década de 1990.

El objetivo de este libro es proponer algunas claves de comprensión, juicio y prospección acerca de América latina, considerada en  su actual realidad “global”. Y percibir las tendencias de desarrollo emergentes a partir del viraje histórico de los años 1989-1992 así como las decisivas inflexiones tras el atentado terrorista del 11 de septiembre de 2001.

El autor: Guzmán Carriquiry nació en Montevideo, Uruguay, en 1944. Es Doctor en Derecho y en Ciencias Sociales. Reside en Roma desde 1972, y trabaja en el Vaticano al servicio de la Santa Sede. Fue también el primer laico nombrado Subsecretario en la Santa Sede durante el pontificado de Juan Pablo II, responsabilidad que desempeña actualmente. Es autor de varios ensayos y publicaciones sobre diversos temas de historia de América latina, su realidad actual, y de cuestiones religiosas.

Entrevista a Guzmán Carriquiry en catholic.net

lunes, 4 de mayo de 2009

Un contrabando en el Cielo

Haciendo Dios un día
la visita en el cielo acostumbrada, 
notó que cierta gente no tenía 
una faz suficientemente pura,
y que se hallaba como avergonzada 
con esas almas de inefable albura.


A San Pedro -se dijo- qué le pasa? 
Tal vez su edad no escasa
el carácter le habrá debilitado;
preciso es sermonearle al descuidado 
guardián; que se le llame. . . Y al instante 
en raudo y limpio vuelo,
un ángel fue y hallólo bien sentado, 
y con el ojo alerta,
muy tranquilo en el suelo, 
al lado de la puerta:

"Yo vengo, San Pedro a reemplazarlo 
un momento siquiera,
pues el buen Dios lo quiere interrogar''.
Y San Pedro corrió, y con severa 
actitud, el Señor lo reprendió 
diciéndole: "No, no!
esto no puede ser, tú estás dejando 
entrar gente manchada
a esta mi pura celestial morada".

"Me confundes, buen Dios", respondió Pedro,
"pues yo vivo en la puerta siempre en vela, 
como perenne y listo centinela,
y a pesar de mi edad tan avanzada, 
no se me pasa, por descuido nada; 
créeme, buen Señor; no soy culpable, 
pues yo soy en mi puesto inexorable,
y ningún muerto ha entrado a esa corte 
sin traer el debido pasaporte".

"Cálmate", dijo Dios; "probablemente 
se nos está engañando. Mira abajo, 
¿conoces esa gente?"
"Oh mi buen Dios, te digo francamente: 
Jamás por mí fue vista,
que no están en mi lista,
que no son en verdad de nuestro bando; 
y que indudablemente
aquí se me está haciendo contrabando;
pero yo te prometo, buen Señor,
coger pronto al traidor;
y de no, con dolor del alma mía , 
te renuncio, Señor, a la portería".

San Pedro echó después con gran cuidado 
mil vueltas a las varias cerraduras,
y cuando estuvo bien asegurado
de que no había rendija ni aberturas 
por donde penetrar pudiera un alma; 
y estando ya la noche un poco entrada 
se sentó en plena calma
a vigilar la celestial portada.

Más, ¡oh gran maravilla! De repente 
y sin saber por dónde, cómo y cuándo
vio que una intrusa gente
al cielo y de rondón se iba colando. 
San Pedro entonces, inmediatamente 
mandó llamar a Dios para que viera 
lo que estaba pasando,
y cuando hubo llegado, el buen portero 
le hizo señas a Dios que se escondiera 
allí, sin hacer ruido y que tuviera
oído agudo y ojo muy certero.

Y qué cuadro el que vieron, ¡admirable! 
Por fuera del recinto habían quedado 
muchas almas que Pedro, inexorable, 
había en su puerta rechazado
porque no habían traído al paso 
el pasaporte íntegro y cumplido 
y esas almas tan tristes exhalaban 
tan amargos gemidos 
y quejas de tan gran melancolía, 
que la Virgen María,
de ellas compadecida y no sufriendo 
que en vano así esa gente la implorara, 
a los muros del cielo se subía
y desde allí, creyendo
que por la noche nadie la veía, 
uno a uno iba alzando
con intensa alegría,
haciendo así a San Pedro contrabando.

Como San Pedro ya se vio triunfante, 
probada su inocencia,
al buen Señor le dijo muy campante:
"Al menos le hará Usted una advertencia!"
Más el buen Dios que había reconocido 
de los muros del cielo, allá en la altura 
a su Madre, tan dulce, pura y bella,
le respondió con sin igual dulzura: 
"Para qué? Tú sabes cómo es Ella!"

Eusebio Robledo Correa 

El perro bonachón

Se conoce que aquel día Moro, el perrazo barcino, se levanto con la mala, porque no recordó que se había recostado a descabezar el mal humor contra la puerta del escritorio, de modo que al salir el patrón apurado recibió un portazo jefe y encima una patada furibunda que le envió a quemarse una pata –la pata renga precisamente- contra la plancha que la muchacha había posado en el suelo.

 

Lo único que le faltaba era pintarse de verde la pelambre barcina contra las tinas nuevas recién pintadas. Y efectivamente. Y entonces tuvo que aguantar sin matar a nadie ni morirse de rabia la risa de toda la perrería y gaterío de la estancia, de todos los cachorros, cuzcos, gatas, ratoneros, lanudos, perdigueros –hasta de Tom Faldero, el juguete de la niña, un perrito con cascabel de oro que a él lo reventaba, uno de esos que tiene muy buena educación, pero les falta la delicadeza-, ante los cuales tuvo que desfilar hecho una lástima. Se fue a un rincón, se tiró al suelo, y le dieron tanta amargura aquellas risas, que escondió la cabeza entre las patas y se puso a llorar.

 

-Por tercera vez-dijo-. Maldita sea. Animate Moro, que con todos tus años y tus méritos estás haciendo aquí un papel de primer orden. Vos hacé bien a todos y estáte dispuesto a morir en su defensa; no tengas en tu boca un palabra mala contra nadie en la vida de Dios; sé bondadoso y manso, reposado y dulce, no te metas con nadie, viví con vos solo, no dañes; y no se van a acordar de vos más que para tenerte a los tirones, como maleta de loco, y para reírse de vos si te pasa el menor percance, con risas satisfechas que parecen venganza de su inferioridad.

 

El bestia soy yo de hacerme malasangre por ellos, y que me duela tanto, velay, que me aflija de esa suerte; pero me duele, sí señor, me duele, y me revienta y no lo puedo evitar. Es claro que si yo hubiese descostillado un cuzco, o muerto una gata una sola vez no más, jamás volverían ni a resollar en mi presencia.

 

De sobra los conozco yo. ¿Por qué tiene como un rey a Tigre? Pero ésa es mi suerte condenada. Yo sé que los parto en zanja si quiero, empezando por Tigre: o les puedo dar por lo menos un buen mordisco pérfido donde les arda, cuando yo quiera. Pero aquí está lo peor y lo que me da más rabia: que yo se también que no se los voy a dar; y es mejor que ni lo piense…

 

Levanto la enorme cabezota buena y paseó por el patio asoleado, donde escarbaban las gallinas y piaban gorriones y jilgueros, los ojos llenos de amargura.

 

-Dios me hizo de miel –a pesar de estos dientes y de estas patazas y de este aire de tragachicos- y me comerán toda la vida las moscas. No hay que darle vueltas tampoco. Es mi destino. A Tigre le vana decir siempre señor Tigre, porque tuvo la suerte de tener mal genio, de ser desgraciado, gruñón, insolente e insoportable desde el vientre de su madre; y a mí me dirán Rengo. Mire usted: yo me llamo Moro. Yo soy rengo. Yo creo que tengo algunas otras cualidades en mi además de la renquera; y hasta puede ser alguna cualidad buena. Pero no señor, a mi no me han de llamar Moro, ni Barcino, ni Diligente, ni Bravo, ni Leal, ni Abnegado. Me han de llamar Rengo. “Che, Rengo”. ¡Rengo! Si yo no hubiera sacado media pantorrilla al ladrón de la carabina, ahora no estaría rengo, pero el hijo del patrón tampoco estaría vivo. ¿Dónde estaban ellos entonces por si acaso? Debajo de la cama al primer estampido, sin alientos para ladrar tan siquiera…

 

Ahí esta lo malo; que yo sólo sirvo para los trances gordos: cuando entran ladrones, para cazar el aguará y el pecarí, y para parar rodeo; pero el rodeo se para y el aguará se caza una vez al año; y todo lo demás del año, yo estorbo en casa. Las grandes ocasiones son pocas y ellos sirven para cada momento: uno para cazar perdices, otro para cazar ratones, uno para divertir a los chicos, otro para hacer fiestas a los grandes, que es cosa que yo no sé, ni puedo ni podré nunca hacer.

 

¡Velay! ¡Fiestas a los grandes! ¡Mordiscos necesitan!

 

Así son los hombres: Moro está aquí para si vienen ladrones; entonces Moro es el único, el gran hombre; pero Si no vienen ladrones –precisamente porque Moro está aquí-, entonces Moro es un incordio. Porque Moro es distraído y no sabe de modales: tropieza con todos y se va a tumbar a los rincones que están ocupados y no sabe hacer fiesta. ¿Y yo que obligación tengo de saber eso, últimamente? Había un hombre que sabia pintar como los ángeles, Miguel Ángel que se llamaba; el Capataz de el, que se llamaba el Papa, dicen que lo reprendía porque era desgalichado y no sabia de cortesías y andaba con el sombrero puesto; y que el decía: “¿Por qué demonios tengo que aprender yo esas ceremonias si estoy ocupado en otras cosas? Sacarse el sombrero y hacerle fiestas, el Papa tiene muchos que lo saben hacer mejor que yo: pero pintar mejor que yo, tiene muy pocos. Entonces que me deje pintar como y cuando a mi me acomoda, hombre”. Yo no se como el patrón, que es el que contó este hecho, no se fija que, salvando la distancia, a mí me pasa un poco lo mismo, y no me compra una perrera y me deja solo en el fondo del jardín, canarios… o me pega un tiro para acabar de una vez, si es que no me necesita… ¿Y esto lo llaman educación y a mi me llaman grosero? No hay mas educación que tener buen corazón, y ser brusco y descuidado al hacer buenas obras a todos, y todo lo demás no diré que sean pamplinas, pero no valen una chaucha –no señor, esas etiquetas mujeriles, ni una chaucha-, en comparación de esto otro, y si le falta esto otro…

 

Así gruño el Moro. Y mire usted que cosa. Resulta que estas mismas amargas reflexiones, en vez de exacerbarlo, lo calmaron poco a poco y al rato se encontró sereno y dueño de si como antes. Porque el bicho que esta convencido de que el hace bien a todos, tiene en el fondo del mar de su corazón un pilote clavado en forma, a donde puede agarrarse con las dos manos cuando viene la tormenta, que aunque sea de ola como esta casa no hay miedo que lo desprenda.

Castellani, Leonardo. Camperas. Ed. Vórtice


II Feria del Libro


El día 1º de mayo, bajo la protección de San José obrero, se realizó la II Feria del Libro de nuestra Biblioteca. Este año, además de la exposición de los libros, quisimos innovar en el objetivo cultural de la Biblioteca, algo que no sólo se trasmite por los libros. Por eso se recitó una poesía ("Un contrabando en el Cielo") y se relató un cuento ("El perro bonachón"). El recitado estuvo a cargo de las Mil. Alejandra y Mariana Boggione, y el cuento lo narró la Mil. Ada Arroyo de Espinosa.
En un clima de alegría y tranquilidad, volvimos a comprobar que, digan lo que digan, los libros atraen. Y la Biblioteca apuesta a que estas iniciativas atraigan cada vez a más jóvenes (y también a los adultos) hacia la buena lectura, que es uno de los mejores medios para crecer intelectual y espiritualmente.

martes, 28 de abril de 2009

II Feria del Libro


Luego de la excelente experiencia del año pasado, los invitamos nuevamente a la Feria del Libro.
Este año con propuestas renovadas, para que la Feria, además de dar a conocer el material que la Biblioteca posee, se reconozca como espacio cultural. Es por esto que milicianos y amigos de FASTA Rosario participarán con poesías y cuentos para el público.

PD: Si tenés algún libro de la Biblioteca, te pedimos que lo acerques durante el horario de la Feria para que pueda ser expuesto. ¡Gracias!

Cartas del diablo a su sobrino

Calambre espiritual

Junto con las Crónicas de NarniaCartas del diablo a su sobrino,una ingeniosa presentación de la vida cristiana (pero creo que de cualquier vida) desde la perspectiva del diablo, es el libro más popular de C. S. Lewis. En su prólogo afirma el autor que, aunque «nunca había escrito con tanta facilidad, nunca escribí con menos gozo», pues adoptar la actitud mental de un diablo le «producía una especie de calambre espiritual». No atribuye sus conocimientos de cómo funcionan las tentaciones a grandes estudios filosóficos o teológicos sino a su propio mundo interior. También en Mero cristianismo dirá que resulta «una tontería pensar que las personas buenas no saben lo que es la tentación. Son los que mejor lo saben». Justamente ahí está también el secreto del Padre Brown.
C. S. Lewis. Cartas del diablo a su sobrino (The Screwtape Letters, 1942). Madrid: Rialp, 1993, 2ª ed.; 140 pp.; col. Literaria; trad. de Miguel Marías; ISBN: 84-341-2985-2.

Extraído de www.bienvenidosalafiesta.com 

jueves, 23 de abril de 2009

Mañana del Libro

Mañana es el Día Internacional del Libro y para celebrarlo he tenido una pesadilla. Dante, en medio del camino de su vida, está perdido en una selva oscura, que simboliza un tremendo atolladero moral. Encima, le cortan el paso una loba famélica, un elástico leopardo y un león imponente, representando, por si el hombre no tuviera ya bastante, un vicio cada uno. En la Divina Comedia, aparece entonces Virgilio, su escritor favorito, que, guiándole a través de los hondos infiernos, lo salva. En mi pesadilla, a Dante Alighieri se le aparecen Antonio Gala, Paulo Coelho, Dan Brown, Suso del Toro, Emilio Calatayud y un centón más de autores de éxito. "Con éstos, para qué necesito infierno…", grita desesperado el florentino y, en un movimiento pánico, se arroja a las fauces de la loba que, para cuando acaba de dar cuenta de él, no está tan famélica.
Qué sueño tan raro. Leer más

Día del Libro


Desde 1996, se celebra por iniciativa de la UNESCO el Día del Libro. La fecha, 23 de abril, corresponde a la coincidencia de los fallecimientos de William Shakespeare, Miguel de Cervantes y Garcilaso de la Vega en el año 1616. 
La Biblioteca "Mil. Andrés Kababe" aprovecha este día para reflexionar sobre la importancia de los libros en la tarea de formación. El acceso a los medios  de comunicación que hoy disponemos hace que tengamos mucha información, pero información no quiere decir formación. El contacto con buenos libros nos ayuda a formar nuestra conciencia y el criterio personal. Por otro lado, leer a autores cristianos que han desarrollado la doctrina de la Iglesia eleva el espíritu y nos hace reflexionar sobre cuestiones que tal vez de otro modo no se nos ocurrirían. Por último, como hijos de Santo Tomás, debemos preocuparnos siempre por mejorar y profundizar nuestra vida intelectual.

miércoles, 15 de abril de 2009

La Biblioteca en Facebook


Las verdades robadas.

He conocido a muchos jóvenes católicos que parecían prometer llegar a hombres de bien para nuestra Iglesia y para nuestra patria (…) Uno de los momentos cruciales en que la inteligencia o la voluntad de gran parte de estos jóvenes entró en crisis fue su contacto con la universidad. Los estudios universitarios a nivel mundial adolecen de espantosas lagunas; la principal de ellas es la falta de cultivo del espíritu (y entre las disciplinas espirituales, principalmente de la visión de la trascendencia, es decir, de la apertura al mundo sobrenatural y al pensamiento metafísico); dicho en otras palabras: las universidades de nuestro tiempo, con honrosas pero reducidas excepciones, forman materialistas desde el materialismo más craso; moldean hombres y mujeres que salen de sus cátedras ya derrotados en las batallas del espíritu. La causa no es simplemente la ineptitud para enseñar las materias más importantes que debe cultivar todo ser inteligente (la filosofía y la misma teología, como se hace en muchas universidades anglosajonas, que tienen, por supuesto, otros problemas) sino la positiva destrucción –planeada siniestramente- de todo ideal religioso, espiritual y filosófico de las mentes de los jóvenes que inocentemente (o sin tanta inocencia) caen en las manos de profesionales deformadores. (…) Todo presentado con los adornos del falso halo de la ciencia de nuestro tiempo, con el único resultado de que los jóvenes que entraron con algunas sólidas convicciones –si alguna llevaron- terminan con las verdades robadas, ésta es la razón de nuestro título. Salen, pues, médicos materialistas, psicólogos positivistas, abogados rapaces, economistas sin escrúpulos, o simplemente profesionales incultos, sin valores morales, sin más intereses que los económicos…, en definitiva, pobres mercaderes.

"Las verdades robadas" R.P. Miguel Ángel Fuentes, IVE. Ediciones del Verbo Encarnado.

lunes, 13 de abril de 2009

Bienvenidos


"Los maestros espirituales antiguos o modernos han recomendado siempre la lectura de libros buenos, santificantes, es decir, recibidos por la fe de la Iglesia, capaces de iluminar la mente y de mover el corazón, aptos para corregir las costumbres y acrecentar el deseo de la perfección evangélica. Han aconsejado, pues, no leer sino libros escogidos, sólidos y llenos de piedad.
Incluso entre los libros que enseñan verdades, los cristianos deben elegir sobre todo los más necesarios para su vida espiritual. Y es que, en palabras de San Bernardo, «aunque toda ciencia fundada en la verdad sea buena, dada la brevedad del tiempo, hemos de darnos a obrar nuestra salvación con temor y temblor, y, por tanto y sobre todo, hemos de procurar aprender lo que más rectamente conduce a la salvación»"

J. M. Iraburu

La Biblioteca "Mil. Andrés J. Kababe" quiere ser instrumento de trasmisión de la doctrina de la Iglesia para toda la comunidad de FASTA Rosario.
Nuestro objetivo es lograr que todos los milicianos y amigos de FASTA Rosario tengan la biblioteca a su disposición para todas sus necesidades formativas, y especialmente poder ser un soporte para los jefes en su tarea de formación en los Rucas.

Los invitamos a compartir este espacio donde encontrarán el listado de los libros, las novedades de la biblioteca y muchas otras ideas que van ayudando a hacer crecer a la Ciudad Miliciana.

viernes, 20 de marzo de 2009

Los defectos de los santos.


Algunos libros de vidas de santos han omitido las debilidades de sus protagonistas, probablemente porque temían que nos escandalizáramos al saber que fueron hombres y mujeres como nosotros. Pero precisamente es bueno comprobar que los que están en los altares no son de cera, ni de yeso, ni de plástico, sino, como todos los mortales, de carne y hueso, sufren dolores y tienen sus agobios; son personas comunes que tienen que tomar medicamentos o duermen mal o se distraen en la oración.


En la vida de las almas santas hay algunas veces cosas extraordinarias, acontecimientos sobrenaturales, intervenciones claras de Dios. Pero no son éstas las que los llevaron a ser santos, pues las acciones no eran de ellos, sino de Dios. Lo que los hizo santos fue la generosidad en la correspondencia al amor de Dios en su vida ordinaria, en todos los días, los meses, los años en los que no hubo cosas extraordinarias.


(...) Estos son los santos de hoy, los que van en el metro, rezan a la Virgen, trabajan en el campo, escriben a máquina, descansan el fin de semana y vuelven todos los lunes al mismo trabajo, preocupándose sólo de hacer extraordinariamente bien aquello que les ha tocado hacer.


Jesús Urteaga Loidi

martes, 17 de febrero de 2009

A Nuestra Señora de los Buenos Libros

Todo el amparo, Señora,
de mi libro en ti le libro,
pues es libro en quién Dios
enquadernó sus prodigios.
Si al que es vida le ceñiste
en tu virgen pergamino,
ya libro eres de la vida;
vida has de ser de los libros.
El gran Autor con la pluma
del espíritu divino,
sobre tu papel intacto,
sacó su palabra en limpio sin copia,
por ser tú sola;
sin tinta, por ser arminio;
sin original obscuro, y sin borrador delito.
Libro eres de cuenta,
donde el más estrecho juizio
siempre suma lo constante
pero nunca lo caído;
libro de memoria,
siempre para hacerme beneficio,
y en blanco, pues por ti Dios
mis culpas ponen olvido;
de Palma, o libro, tus hojas
en tu concepción las miro,
allá en tu parto azucenas
y en tu soledad cuchillos.
Tu esseción es privilegio,
tu tassa precio infinito,
general tu aprobación,
gloria el fin, gracia el principio,
impresión estrellas, coma,
la luna, punto el sol mismo,
rectas líneas, blanco margen,
luces letras, cielo estilo
y al fin concepción sin mácula
es el título aplaudido de tu libro,
porque es Dios,
el concepto de tu libro.
Oh libro cerrado a culpas
y abierto a humanos gemidos;
borre un rasgo de tus gracias
las erratas de mis vicios.
Romance Anónimo. S. XVII

Extraído de www.artesdellibro.com

sábado, 3 de enero de 2009

¡Felices vacaciones!


La Biblioteca te invita estas vacaciones a disfrutar de un buen libro!!!

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