sábado, 14 de noviembre de 2009

Roma, dulce hogar.

"El Espíritu Santo me estaba revelando que la Iglesia católica, que tanto
me aterrorizaba antes, era en realidad mi hogar y mi familia. Experimentaba un
gozoso sentimiento de regreso a casa a medida que redescubría a mi padre, a mi
madre y a mis hermanos y hermanas mayores.

Así que un día cometí una «fatal metedura de pata»: decidí que había llegado el momento de ir, yo solo, a una Misa católica. Tomé al fin la resolución de atravesar las puertas del Gesú, la parroquia de Marquette University. Poco antes de mediodía me deslicé silenciosamente hacia la cripta de la capilla para la Misa diaria. No sabía con certeza lo que encontraría; quizá estaría sólo con un sacerdote y un par de viejas monjas. Me senté en un banco del fondo para observar.

De repente, numerosas personas empezaron a entrar desde las calles, gente normal y corriente. Entraban, hacían una genuflexión y se arrodillaban para rezar. Me impresionó su sencilla pero sincera devoción.

Sonó una campanilla, y un sacerdote caminó hacia el altar. Yo me quedé sentado, dudando aún de si debía arrodillarme o no. Como evangélico calvinista, me habían enseñado que la misa católica era el sacrilegio más grande que un hombre podía cometer: inmolar a Cristo otra vez. Así que no sabía qué hacer.

Observaba y escuchaba atentamente a medida que las lecturas, oraciones y respuestas -tan impregnadas en la Escritura- convertían la Biblia en algo vivo. Me venían ganas de interrumpir la misa para decir: «Mira, esa frase es de Isaías... El canto es de los Salmos ¡Caramba!, ahí tienen a otro profeta en esa plegaria.» Encontré muchos elementos de la antigua liturgia judía que yo había estudiado tan intensamente.

Entonces, de repente, comprendí que éste era el lugar de la Biblia. Éste era el ambiente en el cual esta preciosa herencia de familia debe ser leída, proclamada y explicada... Luego pasamos a la Liturgia Eucarística, donde todas mis afirmaciones sobre la alianza hallaban su lugar.

Hubiera querido interrumpir cada parte y gritar: «¡Eh!, ¿queréis que os explique lo que está pasando desde el punto de vista de la Escritura? ¡Esto es fantástico!» Pero en vez de eso, allí estaba yo sentado, languideciendo por un hambre sobrenatural del Pan de Vida. Tras pronunciar las palabras de la Consagración, el sacerdote mantuvo elevada la hostia. Entonces sentí que la última sombra de duda se había diluido en mí. Con todo mi corazón musité: «Señor mío y Dios mío. ¡Tú estás verdaderamente ahí! Y si eres Tú, entonces quiero tener plena comunión contigo. No quiero negarte nada.»"

(Scott Hahn, católico, ex presbiteriano, cuenta su experiencia de conversión en "Roma, Dulce Hogar". De allí hemos tomado estos párrafos).

"El rito eucarístico, celebrado con el debido decoro, nos ayuda a tomar conciencia de la inmensa grandeza del don que Dios nos hace en la Santa Misa" (Benedicto XVI)

http://la-buhardilla-de-jeronimo.blogspot.com/2008/06/es-la-misa-seores-la-misa.html

Roma, dulce hogar. Nuestro camino al catolicismo. Scott y Kimberly Hahn. Ed. Rialp

lunes, 2 de noviembre de 2009

Cincuenta libros

Este verano un conocido me pidió la lista de los mejores libros del mundo. Yo acababa de decir que un buen ritmo de lecturas era un libro a la semana, entendiendo que uno extenso, digamos el Quijote, se compensa con otro más breve, como las Coplas a la muerte de su padre. Él quería cincuenta títulos. Como el año tiene 52 semanas, reservándose dos, una para la gripe A y otra para la astenia primaveral, en un año, se pondría al día de la literatura universal. Yo, sorprendido y encantado por ver un afán tan raro en los tiempos que corren, me dispuse a hacerle la lista.
Enseguida me asaltaron los interrogantes. El primero, la Biblia ¿es un libro o setenta y tres? El segundo, Homero, sí, pero ¿la Ilíada o la Odisea? El tercero, ¿Esquilo, Sófocles o Eurípides? El cuarto, ¿Virgilio, Horacio, Ovidio o Propercio? Y así fui tambaleándome entre dudas crecientes. ¿Hasta qué punto el hecho de ser españoles modifica la lista? Quevedo, un valor indiscutible de nuestra literatura, ¿lo es de la universal o es el homólogo castellano de Donne? Resultaba todo tan difícil que sólo ahora he conseguido terminar el sudoku bibliográfico, pero con tal cantidad de incertidumbres acumuladas, que lo he roto.
Seguro que alguno me replica: "Claro, porque has visto que ninguno de tus libros entraba en el top 50". Un poco, pero no por mis libros, ojo, sino por todos los escritores medianos y menores. Y más que por conciencia de clase, por mi experiencia agradecida de lector. Las grandes obras son la fachada del edificio de la cultura y sus columnas de mármol, pero también hay jardincillos interiores, galerías, cuartos de juego… Y luego sin cemento todo se viene abajo. Cemento son las obras secundarias, las de crítica. Leer El Rey Lear, uno de los imprescindibles, sin la interpretación de Joseph Pearce en Shakespeare: una investigación es perderse unas cuantas claves esenciales.
Y hay una cuestión previa, de concepto, que lapidariamente zanjó Nicolás Gómez Dávila: "El libro no educa al que lo lee con el fin de educarse". Una lista obligatoria, con la presión de leer a un ritmo de ejemplar por semana y sin apenas literatura actual, que nos enseña a ver la tradición con los ojos de hoy, convertiría la lectura en una obligación y la alejaría de lo que es: un placer.
Más importante que la cultura es el cultivo, insistía Juan Ramón Jiménez. Y para el cultivo lo fundamental es estar bien dispuesto, sensibilizado. Mi conocido lo estaba, y contra viento y marea, frente a un mundo que desconfía de las grandes obras, esa antigualla reaccionaria. Todo lo demás vendría a su debido tiempo. Seguro que esperando mi lista, él ya habrá empezado a leer por su cuenta y a dejar que un libro le lleve a otro, fiándose de las afinidades electivas y de las admiraciones de sus autores preferidos. La literatura es una labor infinita en la que todos estamos siempre empezando, por suerte.
ENRIQUE GARCÍA-MAÍQUEZ
http://www.diariodecadiz.es/article/opinion/552490/cincuenta/libros.html

martes, 25 de agosto de 2009

I CONCURSO LITERARIO DE POESÍAS, CUENTOS Y ENSAYOS

Bases:
1. Se convoca a todos los milicianos de las Agrupaciones y amigos de la jurisdicción FASTA Rosario, sin distinción de edad.
2. Se podrá presentar un único trabajo por participante por cada categoría. 3. Los temas propuestos son:
- Dios e Iglesia (El Año Sacerdotal, el Papa, la Virgen María y los Santos, etc.)
- Patria (Cultura Católica, educación, las tradiciones, etc.)
- Milicia (40 aniversario de FASTA Rosario, la sección, la escuadra – equipo, campamentos, etc.)
- “La ciudad de Dios y la ciudad de los hombres”
4. La extensión de la poesía no podrá superar los 50 versos.
5. La extensión del cuento y del ensayo tendrá como mínimo una carilla A4 y como máximo dos.
6. La presentación será en hoja A4, letra tamaño 12, interlineado 1.5 líneas. Deberá ser entregado impreso y en formato digital.
7. El plazo de recepción de los trabajos será el 24 de octubre de 2009.
8. Los trabajos ganadores se anunciarán el día 28 de noviembre de 2009. Se entregará un premio por cada categoría. Los premios serán un libro acorde a la edad del autor, y la publicación en el Borceguí de noviembre.
9. El jurado estará conformado por: Prof. Analía Banegas, Mil. Juan Carlos Bilyk, Mil. Adriana Bruera.

Descripción de las categorías

El ensayo es un escrito en prosa de extensión moderada que se caracteriza por ser una reflexión profunda sobre un tema que no se pretende agotar. El ensayo es una meditación desde la perspectiva personal del autor sobre el tema elegido.

Por cuento (narrativa) entendemos un relato que consta de una serie de sucesos (la historia), a través de la representación humana (el narrador, los personajes) y con posibles comentarios, implícitos o explícitos, que serían el tema.

La poesía es una manifestación de la belleza o del sentimiento estético por medio de la palabra, en verso. Existen ciertas normas formales que hacen que un texto sea considerado como parte de la poesía, como los versos, las estrofas y el ritmo. Estas características forman parte de la métrica de la poesía, donde los poetas aplican sus recursos literarios y estilísticos.

Y... ¡a escribir!

martes, 14 de julio de 2009

La casa sobre roca

“En este libro trato del noviazgo, del matrimonio y de la educación de los hijos. Del noviazgo como escuela de la amistad matrimonial y el cimiento sobre el que hay que construir la casa. Del matrimonio como sacramento de sanación de las heridas del pecado original en el varón y en la mujer; heridas que son diferentes en uno y otra. Por fin, de la educación de los hijos en vistas a su futura felicidad esponsal.
Hoy vemos tantas y tantas casas que se derrumban, que muchos jóvenes se acercan al matrimonio con temor y otros ni se atreven a acercarse o huyen de él. Estas páginas ayudan a explicar las razones de esas ruinas. Aportan luces que no se encuentran en el común de la abundante literatura sobre el tema y que muy escasos profesionales de la psicología o la consejería toman en consideración. Hay, incluso, lamentablemente, malos pastores de almas que les dan consejos de muerte en vez de consejos de vida.
El título de este volumen ofrece la clave para explicar por qué hay hoy tantas ruinas, pero también por qué algunas casas resisten tan sólidas en medio de la tormenta: “El que escucha mis palabras y las pone en práctica es como el hombre que construye su casa sobre roca.... el que las escucha pero no las poner por obra, es como el hombre que edifica su casa sobre arena” La explicación de tantos derrumbes está en el pecado original. En la manera diversa cómo el pecado original afectó al varón y a la mujer. Pero sobre todo en que, debido a las consecuencias del pecado original, no se pone en práctica la doctrina de Cristo sobre el matrimonio cristiano, sobre la castidad matrimonial, y no se logra vivir este sacramento como lo que en realidad es: un misterio grande, que figura la unión de Cristo con la Iglesia.
Y a la inversa, el secreto de esos matrimonios que parecen resistir todos los asaltos del mundo está en que ponen en práctica las palabras oídas a Jesús. Nada puede separar a los que Dios ha unido. Y a los que se mantienen unidos a Él, Él los mantiene unidos entre sí.”

Fragmento del Prólogo.

“La casa sobre roca”. P. Horacio Bojorge. Grupo Editorial Lumen. Año 2005

Leyendas negras de la Iglesia

“Hay que averiguar la verdad, salvarla de las alteraciones, proclamarla y honrarla, cualquiera que sea la forma en la que se presenta y la fuente de información. Más de una vez santo Tomás de Aquino nos enseña que omne verum, a quocumque dicatur, a Spiritu Sancto est («cualquier verdad, quienquiera la diga, viene del Espíritu Santo»); y sería suficiente esta cita para observar la envidiable amplitud de espíritu que caracterizaba a los maestros medievales.

Recíprocamente, también hay que decir que las falsedades, las manipulaciones y los errores deben ser desenmascarados y condenados, cualquiera que sea la persona que los proponga y cuán amplia sea su difusión.

Ahora bien, es necesario que nos demos cuenta de una vez —dice, entre otras cosas, Vittorio Messori en estas páginas— del cúmulo de opiniones arbitrarias, deformaciones sustanciales y auténticas mentiras que gravitan sobre todo lo que históricamente concierne a la Iglesia. Nos encontramos literalmente sitiados por la malicia y el engaño: los católicos en su mayoría no reparan en ello, o no quieren hacerlo.

Si recibo un golpe en la mejilla derecha, la perfección evangélica me propone ofrecer la izquierda. Pero si se atenta contra la verdad, la misma perfección evangélica me obliga a consagrarme para restablecerla: porque allá donde se extingue el respeto a la verdad, empieza a cerrarse para el hombre cualquier camino de salvación.

De esta firme convicción, me parece, ha nacido este libro, que esperamos se convierta de inmediato en un instrumento indispensable para la moderna acción pastoral.”

Extracto del prólogo del Cardenal Giacomo Biffi, Arzobispo de Bolonia


Leyendas negras de la Iglesia. Vittorio Messori. Ed. Planeta-Testimonio.

sábado, 4 de julio de 2009

La Paradoja


Dinámico, muy claro y con una perspectiva muy interesante. ¿Cuál es la “paradoja”? A través de un entretenido relato, James Hunter describe el liderazgo como un “servir a los demás”. Lejos de ser un ejercicio de poder autoritario, liderar consiste en “servir a los demás ya que un buen líder ha de estar pendiente de las necesidades de sus subordinados para atender a sus legítimas necesidades, ayudándoles a cumplir sus aspiraciones y aprovechando sus capacidades al máximo, o sea haciendo una buena gestión del conocimiento”.


"La Paradoja”, de James Hunter. Ed. Empresa Activa